El número de agentes del Cuerpo Nacional de Policía dedicados a realizar controles antiterroristas en los accesos y el interior de Madrid se ha triplicado desde el último atentado cometido por ETA el 9 de febrero pasado en el Parque Ferial Juan Carlos I. La policía sospecha que ETA puede disponer de cierta infraestructura en Madrid para cometer atentados.
De 50 agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) se ha pasado a 150 en los últimos tres días dedicados a esta tarea, informaron fuentes policiales.
Para reforzar la presencia policial en Madrid ha sido necesario desplazar agentes de las UIP -los conocidos como antidisturbios- con base en otras ciudades de España. El incremento policial permite realizar controles simultáneos en varios puntos de los más de 80 con los que trabaja en la capital la Comisaría General de Seguridad Ciudadana durante las 24 horas del día.
La decisión de multiplicar la presencia policial en Madrid llega tras el análisis de los Servicios de Información, que alertan de la posibilidad de que se reediten atentados terroristas en la capital de España. En este incremento policial han tenido que ver, según las fuentes consultadas, las sospechas policiales de que la banda terrorista tiene algún tipo de infraestructura en la Comunidad o sus alrededores.
El coche y la tarjeta del móvil son de Madrid
Por una parte, la furgoneta utilizada para atentar, una Peugeot Partner, fue robada la noche anterior en el municipio madrileño de Navalagamella a un ciudadano que vive en Valdemorillo. Esto supone que el coche bomba se montó en un lugar cercano y seguro. Podría ser un garaje.
Además, las llamadas de aviso de los terroristas comenzaron a producirse cuando estaban a tan sólo un kilómetro de donde habían aparcado el vehículo. Este hecho, unido a que la tarjeta prepago fue adquirida en Madrid la semana anterior al atentado, hace sospechar a los investigadores de que ETA tiene algún tipo de infraestructura en Madrid, ya sean colaboradores, 'zulos' o algún escondite.
Los últimos informes de los Servicios de Información apuntan a la intención de la banda de significarse en la campaña electoral vasca a través un atentado de gran repercusión. Las Fuerzas de Seguridad temen un asesinato selectivo o, incluso, un secuestro como el de Miguel Ángel Blanco, con igual fin, algo que ya intentó el último 'comando Vizcaya' desarticulado, en la figura de un concejal socialista de Eibar. No se descarta que esa acción terrorista se produjese fuera del País Vasco.
Fuente: El Mundo.
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