Horas después de la explosión de Leganés, la Policía detuvo el vehículo en el que los huidos del 11-M Mohamed Afalah y Mohamed Belhadj escapaban de Madrid. Tras pedirles la documentación, los agentes les dejaron marchar. Así lo declaró el propio Belhadj ante la Policía marroquí el pasado 10 de mayo, al día siguiente de ser entregado a su país por la autoridades sirias y después de cinco años en busca y captura. Belhadj fue quien alquiló el piso de la calle Carmen Martín Gaite en el que se inmoló la célula islamista, un dato del que ya disponían las Fuerzas de Seguridad cuando comprobaron su identidad.
El marroquí había entregado una fotocopia de su documentación -foto incluida- al formalizar el alquiler de Leganés. Además, había sido la pista de un teléfono con tarjeta prepago empleado por Belhadj la que había llevado a los investigadores hasta el piso franco de los islamistas.
Ante la policía marroquí, según la transcripción aportada a la Audiencia Nacional, Belhadj declaró lo que hicieron él y Afalah tras saber lo que había sucedido en Leganés. "(N)os dirigimos primero a la casa de su familia (de Afalah) para coger su pasaporte y me informó de la necesidad de abandonar Madrid cuanto antes. Al salir de la ciudad nos paró la Policía y se conformaron con ver nuestras identidades. Seguimos nuestro camino hacia Barcelona".
La explosión de Leganés se produjo a las 20.45 horas del 3 de abril. En su posterior declaración ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, que le interrogó el pasado 29 de junio en Rabat, precisó que emprendieron la huida de Madrid a las 23.00 horas. En ninguna de sus dos declaraciones especifica qué cuerpo policial detuvo el Golf rojo en el que viajaban. Tampoco qué documentación mostraron a los agentes, si verdadera o falsa. Sin embargo, en otros momentos del relato de su huida declara sin complejos que empleaba pasaporte falso u ofrecía identidades inventadas.
El encuentro con la Policía en Madrid fue sólo el primero de la larga lista de detenciones y encarcelamientos que Belhadj sufrió durante los cinco años, un mes y seis días que pasaron desde la noche en que escapó en coche camino de Barcelona y la mañana de su arresto en el aeropuerto de Casablanca. En Bruselas, por ejemplo, le hicieron una fotografía y le tomaron las huellas en dos ocasiones.
Fuente: El Mundo.-
miércoles, 23 de septiembre de 2009
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