
Intimidaba a los empleados a punta de pistola y, para evitar ser identificado, cubría su rostro con gorras y gafas de sol. El arrestado vigilaba previamente las sucursales que iba a asaltar analizando sus horarios y las medidas de seguridad de que disponían, así como las posibles vías de huida.
En el momento de su identificación esquivó de forma violenta a los agentes y se inició una persecución por las calles de la localidad vallisoletana hasta que, finalmente, consiguieron darle alcance y procedieron a su arresto.
En el registro practicado en su domicilio se han intervenido las prendas empleadas en los asaltos y dos pasamontañas.
Fuente: El Mundo.
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