Como si de un estado de excepción se tratase, los agentes de las fuerzas de seguridad han establecido unos férreos controles tanto en el aeropuerto de Palma como en los puertos de la Isla para evitar que los terroristas que cometieron ayer el salvaje atentado que le costó la vida a dos guardias civiles, puedan escapar de Mallorca.
Los agentes desplegados en Son Sant Joan están identificando a todos los viajeros que pasan por las instalaciones, y en el caso de ser españoles, examinan con detenimiento su DNI y les hacen preguntas referentes a su domicilio y el lugar al que viajan. Todo esto está provocando largas colas en los accesos a las puertas de embarque de las terminales aunque fuentes de AENA han asegurado a elmundo.es que "todo esta funcionando según la programación de hoy y ya se ha conseguido restablecer el desfase de ayer".
El objetivo fundamental de la Policía Nacional y la Guardia Civil es evitar que los terroristas puedan escapar de Mallorca impunemente. En este sentido, el delegado del Gobierno en Baleares, Ramón Socías, asegura que las medidas restrictivas en "todas las puertas de salida" de la isla permanecen exactamente igual que durante la jornada de ayer. Socías avanza que se trabaja con la hipótesis de que los terroristas permanezcan todavía en Mallorca, "pero no podemos escartar ninguna" posibilidad.
Tráfico restringido en los puertos
Los puertos de Palma y Alcúdia están operando con tráfico restringido y todos los buques necesitan una autorización previa expresa del Ministerio del Interior para efectuar su salida de la isla, según confirman fuentes de la Autoridad Portuaria de Baleares.
La Autoridad Portuaria añade que la Guardia Civil realiza "estrictos controles de seguridad" en los buques que parten de Palma y Alcúdia, lo que puede ocasionar demoras en los servicios a lo largo del día. Asimismo, en los puertos de Mahón, Ibiza y La Savina (Formentera), las escalas de los buques procedentes de Palma y Alcúdia también se verán afectadas.
Por lo que se refiere a la situación respecto a los turistas, Ramon Socias considera que el hecho de que no se produjeran heridos en el atentado de diversas nacionalidades ha facilitado que las embajadas y consulados no hayan recomendado oficialmente a sus súbditos que abandonen Mallorca, o bien, que no viajen a la isla, porque "consideran la seguridad garantizada", asegura.
Fuente: El Mundo.
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