Existen alrededor del mundo muchas definiciones en uso de lo que se entiende por Análisis de Inteligencia Criminal. Una definición que fue aprobada por un grupo de 12 países Europeos miembros de INTERPOL en Junio de 1992 y que posteriormente fue adoptada por otros países, se observa a continuación:
“La identificación y suministro de información que establezca la relación existente entre la data criminal y otra data potencialmente relevante para las actividades de las autoridades policiales y judiciales”.
La función principal del Análisis es la de apoyar a los oficiales del gobierno, a los cuerpos de policía, a los conductores políticos y a los tomadores de decisiones, para que puedan enfrentarse con mayor efectividad en contra de la incertidumbre criminal de su entorno; proporcionándoles alertas oportunas de las amenazas y apoyando las actividades operacionales mediante el análisis criminal.
El Análisis de Inteligencia Criminal se divide en dos niveles; en un nivel Operacional o Táctico y un nivel de Análisis Estratégico. Los conocimientos básicos requeridos para ambos son similares, la diferencia se encuentra en el nivel de detalle y en el tipo de cliente a quién se le proporciona el producto del análisis. El Análisis de Nivel Operacional busca como objetivo un resultado policial específico (por ejemplo la resolución de un caso). Esto puede traducirse en arrestos, incautaciones o congelamiento de bienes y dinero obtenidos por actividades ilegales, o la desarticulación de un grupo criminal. El Análisis Operacional por lo general presenta resultados inmediatos. El Análisis Estratégico busca proporcionar información a los más altos niveles de toma de decisiones y sus resultados se ven más a largo plazo. El producto del Análisis Estratégico es entregado comúnmente a gerentes elaboradores de las políticas de seguridad o políticas criminales más que a investigadores individuales. Los objetivos del Análisis Estratégico, están orientados a proporcionar alerta temprana en contra de las amenazas criminales y apoyar a los altos niveles de toma de decisiones en la definición de las prioridades de sus organizaciones, que les permitan enfrentarse con las actividades criminales emergentes. Esto puede significar (consecuencia de información estratégica) la asignación de recursos a diferentes áreas del crimen, el incremento en el adiestramiento en una técnica particular de la lucha contra un tipo específico de delito, o la toma de medidas necesarias para cubrir o cerrar algún vacío dentro del proceso policial.
Ambas disciplinas hacen uso de una gran variedad de técnicas analíticas y los Analistas, deben estar dotados con una amplia variedad de atributos profesionales y conocimientos.
El Análisis de Inteligencia Criminal en Interpol
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